sábado, 30 de julio de 2016

¿Cuanto me cobras por ilustrar este cuento?

Hola, Bienvenido a este BLOG.

EJERCICIO: piensa cuánto cobras por ilustrar este cuento. En color. Es una ilustración en cualquier técnica, para ser impresa en tamaño carta. Si te le mides, ENVÍA UNA COTIZACIÓN al correo cuentosdibujados@gmail.com, especificando tu país de residencia. Dirigida a: SANTIAGO DIAZ LÓPEZ. OJO: No hay que enviar la ilustración, ni bocetos, sólo la cotización.

UN GATO ILUSTRADOR
Una tarde casisoleada esperaba un gato que pasase algún roedor, para jugar "aquetecomo" ratón.
El hambre casiaumentaba, y nada ni nadie pasaba, hasta que un infortunado, con el gato se topó. Dos, tres, nueve menos cinco vueltas, al hocico sin demora, cuando de repente el gato, esta súplica escuchó:
–Mi talentoso felino, tú tienes un gran talento, no es el de cazar ratas, es uno mucho mejor. No me comas y te digo, lo que a nadie yo le he dicho.
Curioso como su cola, el gato quiso saber, y sin soltar a su presa, esto lo dejó hacer:
Trajole el ratón un gran cartón, varios tarros de pintura, se los puso entre las patas y asustado el gris le dijo:
–PINTA, MI BUEN AMIGO, QUE PARA ESO HAS NACIDO.
El gato siguió su instinto y se puso a dibujar, color aquí, color allá y una forma apareció. Esto al michín le gustó, y no con pocas maulladas, una ilustración salió.
–He llenado ya mis ojos, pero mi barriga ruge.
–¿No comprendes, maullador? TU TALENTO VALE ORO.
La subieron a internet y obtuvo mil, dos mil likes, pronto fue reconocido, y una empresa muy famosa, gerenciada por don Perro, le pidió ya cotizar un montón de ilustraciones, para entregar en un mes.
–Gracias, ratón, por tu ayuda, ahora ya te puedes ir.
–Antes de que yo me vaya, algo quiero yo saber: ¿Por cada ilustración tú cuánto vas a pedir?
–A mí me basta y me sobra, para comprar atún grande. Para mi cada dibujo, vale lo que una lata gigante.
–NO TE REGALES, AMIGO, NO PIENSES CON LA BARRIGA. ¡DIBUJAR ES UN TESORO! Si tú quieres te asesoro. ¡No pensaste ni en el agua!
–Dale, dale, compañero. Yo dibujo y tu administras.
­–Pues que Dios nos ilumine. ¿Cuantos dibujos requieren?
–Son 60 para un mes.
–En teoría debes hacer, dos ilustraciones diarias. Pero eres gato callejero, así que los domingos para la familia son y los sábados descansas. Quedan solo 20 días, en los que debes hacer, 3 ilustraciones diarias. Yo sé que eso a ti te gusta, pero deberás correr para terminarlas (y eso un precio más alto les da). Tú dibujas por instinto, pero hay que documentarse. Unas cosas las has visto, otras hay que investigarlas. Experimentos, bocetos, estudios de línea y color. Tendrás pues que concentrarte y además sacrificarte, pues durante todo el día y durante todo el mes, ya tu no podrás hacer, las cosas que antes hacías. Y aceptar otro encargo, te quedaría de pa’rriba y los dos incumplirías.
–¡TODO ESO ES UN TRABAJO!
–¡Tu lo has dicho, compañero! Y eso que no hemos considerado que puede haber correcciones. Pero vamos gato al precio. Empecemos pues a ver, CUÁNTO VALE TU TALENTO. Ese dibujo que hiciste, ya tiene un estilo propio. Manejas bien el color, ni se diga de la técnica. Además eres creativo, pues eso no se había visto, no se saca de internet, ni se encuentra en una feria.
–Entonces creo que vale diez mil.
–Loco de atar estás. ¿Tus bigotes son pintados? Empecemos con SESENTA. Pero vamos a añadir, además de lo anterior, todos los demás factores que componen el trabajo.
–¿Y es que hay algo más, aparte de dibujar?
–Apunta por punta y punta. ¿En el país de los gatos pagan salud y pensión?
–Miau.
–Eres gato independiente: entre las dos, 11.4 %
–¿Debes visitar al cliente?
–Sí. ¿No me ves tan erizado?
–Súmale lo del transporte. Y si con él has de comunicarte, añade lo de llamar.
–Voy sumando.
–¿Cuanto tardan en pagar?
–30 días después de factura o cuenta radicar.
–Entonces les estás dando crédito por un mes o algo más.
–Los gatos pagan impuestos?
–Con este gobierno sí.
–Eso es el 12%.
–¿Estudiaste ilustración?
–No. No sabía que eso también se podía estudiar.
–Lástima, si no, seguiríamos sumando.
–Pero averiguaré en la Gatuniversidad si está, o hay afines. Me interesa, me interesa.
–Bueno, mientras tanto, ¿Tienes experiencia en esto?
–Esta es mi primera vez.
–Pues hazlo bien, para que haya otra vez, otra vez y otra vez. RESPETA AL GREMIO PARA QUE SEAS RESPETABLE ANTE EL GREMIO.
Recuerda que con los años, vas mejorando el producto, así que en 40 lunas no vayas a cobrar lo mismo. Cada año el atún  sube, y no es culpa de los gatos. Por eso… ¡a maullar unidos!: hagan una asociación, pa apoyarse mutuamente. Y defender sus derechos. Y conocerlos, primero. Y hablando de los derechos, todos deben respetarlos, valorando por ejemplo, los derechos de autor. Hay que aclarar si los cedes, y por cuanto.
–¿Por cuánto dinero o por cuánto tiempo?
–Las dos cosas.
–¿Cómo es que tú sabes tanto?
–Soy ratón de biblioteca, me gusta roer y leer y re-leer. Casi siempre lo que leo, va acompañado de imágenes. Las disfruto y las valoro. Y las imágenes que existen no salieron por arte de magia. Alguien las realizó, utilizando su tiempo, usando recursos, especialmente su talento, inteligencia y destreza.
–¿No podrías ser tú el presidente de una asociación de gatos ilustradores?
–Se burlarían de ustedes: una manada de gatos, dirigidos por ratón. Ustedes pueden hacerla. Es cuestión de organizarse, si quieren vivir de esto. Pero sigamos amigo con esta cotización. ¿Qué materiales requieres? ¿Son de buena calidad? ¿Todos son originales? Suma, suma, compañero. ¿Terminaste de sumar?
–Un momento, roedor asesor.  Hay que calcular muy bien. Según lo que te he entendido, para una cotización, no conviene apresurarse, siempre es bueno preguntar.
Hicieron unas llamadas y contemplaron los riesgos. Y luego de analizar, díjole el gato al ratón.:
–Tengo la cifra ya justa, esto vale mi trabajo.
–Me parece un precio justo, - dijo mirando la cifra. Y si piden un descuento, tú tienes que sopesar el rango en que te vas a mover, pues hay una cifra mínima de la cual no bajarás.
–Una pregunta mi amigo. Después de haber calculado precio por ilustración, ¿cuanto debo rebajar si encargan 10, 20, 50 o más?
–¿Es que no te has dado cuenta? Esto no es producción en cadena. No eres un dispensador. No es un molde del que salen cosas en serie. Cada ilustración hay que pensarla, idearla, proyectarla, bocetarla, componerla, plasmarla. Es como volver a empezar. Cuando hayas calculado al valor por ilustración, multiplícala por el número de ilustraciones y ya. Claro, aquí también cabe el servicio al cliente, tener atenciones con clientes antiguos es válido. Son buenos los descuentos, dentro de un rango, para que nadie (incluyendo a los colegas) salga perjudicado. Atender bien a los nuevos clientes, para que vuelvan con nosotros es lo lógico, pero aquí también entra la ética: no ser gato roba-clientes, ni gato rastrero, ni gato regalado, ni plagia-gato, y mucho menos un término que no debería existir: gato ilus-traidor. Ten en cuenta que muchos otros gatos viven de esto, porque no saben hacer otra cosa, e incluso tienen familia.  El hecho de que lo hagas rápido, no quiere decir que valga menos, sino que eres hábil, y tu destreza vale mucho en esta época en que todos quieren todo para YA. Y por último recuerda que muchas veces hay que negociar, casi siempre con empresas. El que te contrata está de parte de la empresa, a su vez, su jefe está de parte de la empresa, el que autoriza el presupuesto está de parte de la empresa  y el gerente está de parte de la empresa. Y si tú te pones de parte de la empresa, para ahorrarles gastos y para “agarrar” el trabajo, entonces… ¿QUIÉN ESTÁ DE PARTE TUYA?
El gato sonrió y le dio la pata a su amigo.
Enviaron la cotización y esperaron.
Esperaron y esperaron.
Nada.
Por las dudas, llamaron.
“Recibimos una cotización más barata”, respondieron. “Un pelagato nos hace el trabajo POR MENOS DE LA DÉCIMA PARTE DE LO QUE USTED NOS COBRA”.
–Cómeme ya, dijo el ratón con tristeza. No vale la pena seguir viviendo.
–Qué te pasa, dijo el gato ¿Tienes los bigotes pintados?
–¿Pero cómo es posible que los seres humanos no se valoren? Eso es hacerse esclavo a sí mismo, sin razón. ¡Eso es maltrato animal… auto-maltrato laboral... y hasta maltrato gráfico!
El gato respondió en buenos términos, aclarándole a la empresa que su cotización no tenía sobrecostos, que era el precio justo para el trabajo solicitado, dentro de los términos de calidad.
Entre tanto, el ratón lloraba lágrimas de cocodrilo.
–Cálmate, díjole el gato. Mira, mi amigo el Gato con Botas, me acaba de escribir. Quiere un retrato en color. Él valora todo el arte, así que pagará lo justo.
El gato lo hizo, y el otro con Botas pagó contra entrega y todos quedaron satisfechos.
El gato ilustrador compartió una merienda con su amigo el ratón-administrador, o mouse, que llaman y lo invitó a hacer sociedad.
Ahora andan juntos, y hacen buen equipo gráfico-administrativo.
El mercado está difícil, pero si ellos no lo mejoran, construyendo mejores condiciones, ¿entonces quién lo hará?
–Con cada cotización justa, vamos educando al cliente. Cotización a cotización, vamos consolidando la cultura gráfica en este país, díjole el gato al ratón.
Y si los gatos y los ratones pueden, ¿por qué no nosotros, ilustradores humanos?

Fin.

Gatombia, Julio de 2016.

Gatoautor: SANTIAGO DÍAZ LÓPEZ.

Ilustrador: por definir.

Cotizaciones recibidas: una.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy simpatico y alentador. :) Gracias.

Anónimo dijo...

Muy cierto, este relato sin duda ayuda mucho a salir de algunas dudas.
Muchas gracias!

Unknown dijo...

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